Mi nombre es Alba. Vengo de Merche, quien viene de Mercedes, quien viene de Tomasa... Y así un ciclo sin fin.
Soy mujer y madre. Pareja y amiga. Compañera y hermana.
Soy (y somos) una burbuja dentro de otra más grande que es nuestra familia y otra más grande aún que es nuestra cultura y sociedad, dentro del espacio y tiempo que ocupamos en esta historia.
Y ese es mi mirada, el enfoque ecosistemico. Aquél que pone el foco en nuestro entorno, en el origen, en nuestras vivencias.
Reconociendo la importancia de los cambios psíquicos y emocionales del embarazo, parto y posparto.
Entendiendo que el hábitat del bebé es el cuerpo de su madre.
Integrando el valor del vínculo, del apego temprano, de los estilos de crianza.
Apostando por la prevención en perinatalidad. Por la necesidad de cuidar a la diada mamá-bebé, a las familias…
Relacionando muchas de las necesidades de esta etapa con nuestra esencia mamífera.
Esa que muchas veces nos guía si nos permitimos escuchar(nos).
Si todo ello te resuena te cuento un poquito más de mi:
Estudié integración social, educación infantil y psicología.
Durante muchos años trabajé con menores con diversidad funcional, con la primera infancia y familias.
Con el deseo de la maternidad se despertaron en mí las ganas de acompañar este momento vital así que me formé como psicóloga perinatal, facilitadora de hipnoparto y de disciplina positiva para familias.
También tengo formación en psicología positiva y autoestima.
Acompañar la maternidad es el lugar donde vibro, el espacio donde se detiene el tiempo, es vocación y amor.
Por algo tan necesario como vivir la maternidad sostenida, informada y acompañada.
En confianza y sin juicios. Con empatía y respeto.
Si así lo sientes, será un placer para mí estar a tu lado.