
¿Debemos darle chupete al bebé?
Un poco de historia del chupete
El primer modelo de chupete se patentó en 1901 por el farmacéutico neoyorquino Christian W. Meinecke. Él lo llamó “pacifier”, literalmente, pacificador. Dejando clara su función, calmar al bebé.
Pero antes de esto ya habían existido mil tipos de chupetes. De hecho se conocen chupetes rudimentarios datados de 1000 a.c. y en un libro de 1473 sobre educación infantil ya es mencionado.
¿Debo darle chupete a mi bebé?
Creo que esta es de las primeras preguntas que nos hacemos las madres.
Lo primero que hay que hacer para contestarla es aclarar que el chupete NO es una necesidad de los bebés. No es esencial para ellos ni imprescindible.
Teniendo en cuenta esto, decidir dar chupete o no es una decisión de crianza, y como todas las decisiones de crianza dependerá de cada familia.
¿Cuándo ofrecer el chupete?
Recuerdo a mi madre, mientras preparábamos la bolsa del hospital, quedarse sorprendida cuando le dije que yo no iba a poner ningún chupete.
Hay que tener en cuenta que si nuestra intención es hacer lactancia materna exclusiva, es importante no ofrecer chupete antes de que la lactancia esté completamente establecida, que suele ser sobre las 6-7 semanas de vida. Esto es debido a que la succión que se hace del chupete es diferente a la del pezón y podría crear confusiones en el bebé y provocar dificultades en la lactancia.
En caso de lactancia artificial sí es recomendado el uso de chupete, para cubrir esa necesidad de succión. Además la succión del chupete durante la noche es un protector contra el síndrome de la muerte súbita del lactante. (En los bebés que toman lactancia materna esta protección la hace el succionar el pecho cada pocas horas)
En caso de lactancia mixta pasa igual que con lactancia materna. Puede no necesitar chupete ya que el pecho sacia la necesidad de succión.
En bebés prematuros o separados de la madre al nacer también puede estar indicado el uso de chupete por los mismos motivos.
Te está usando de chupete
Recordemos que el bebé aprende y practica el mecanismo de succión ya en el útero materno. Este le va a permitir poder alimentarse nada más nacer.
Pero es que además de la alimentación, la succión tiene otra función importante: ayudar al bebé a regularse y calmarse. Succionar le produce un gran bienestar. Al hacerlo su cerebro produce endorfinas (las hormonas del placer) que le ayudan a relajarse.
Esto es lo que llamamos succión no nutritiva del pezón. El pecho para el bebé es alimento, si, pero también muchísimas cosas más. Es calma, seguridad, ayuda para dormirse, consuelo, amor… Así, los recién nacidos necesitan mucha succión. A veces, literalmente la mayoría de horas al día. Es en esos momentos que solemos oir la dichosa frase: “Otra vez al pecho, te usa de chupete!” . Y en realidad es al revés. El chupete se inventó como un sustituto del pecho. Así que el bebé utiliza al chupete de madre, y no al revés.
¿Cómo ofrecer el chupete?
Primero de todo en bebés alimentados con lactancia materna es importante recordar que el chupete puede tener un efecto saciante y puede provocar que se salte alguna toma. Tanto durante el día como durante la noche. Esto puede ser especialmente peligroso si el bebé pierde peso o no gana peso adecuadamente.
Lo ideal sería que el bebé no tuviese el chupete a su alcance o disponible continuamente (por ejemplo no sería aconsejable que lo llevase sujeto a la ropa). Estaría bien poder hacer uso del chupete para situaciones concretas, ofrecérselo solo en ciertos momentos (por ejemplo el coche, el cochecito, porteando, etc.). Es el adulto quién debería controlar el chupete, quién lo ofrece y lo retira.
Creo que en este sentido es importante poder observar a nuestro bebé y ver hasta qué punto lo necesita. Hay bebés con más y menos necesidad de succión.
Chupete y salida de los dientes
Es conveniente saber que se ha relacionado el uso del chupete más allá de los tres años con la modificación del crecimiento macizo craniofacial produciendo lo que se conoce como mordida abierta (al cerrar la boca queda un espacio entre los dientes de arriba y los de abajo).
Además, el uso del chupete más allá de los tres años se ha relacionado también con bruxismo, moderse las uñas, mordisqueo de lápices e incluso mas probabilidad de ser fumador en la edad adulta.
Y también tiene ventajas
Para mí, la gran ventaja del chupete es que puede ser un gran aliado en momentos de crisis. Como decíamos antes, en momentos concretos como el coche o cuando nosotras hemos salido y se quedan con los papás, parejas u otras personas.
Para mí, es una herramienta más que tenemos lxs m/padres. Lo que necesitan los bebés es que nostroxs estemos relajadxs, tranquilxs, de buen humor. Si usar el chupete de vez en cuando nos ayuda a sobrevivir, pues porqué no?
Qué chupete escoger
Vale. Hemos decidido que vamos a usar chupete. Pero es que en la farmacia hay mil millones de modelos. Cual me quedo?
La verdad es que yo oí mil opiniones distintas. Pero al final llegué a la conclusión de que los mas recomendados son los de silicona.
Otra cosa importante es que no hace falta ir cambiando de tamaño de chupete, el pezón no cambia de tamaño con la edad del bebé y por tanto tampoco haría falta ir aumentando el tamaño del chupete.
Por último es importante descartar los que tengan forma de cereza e intentar escoger aquellos que tengan el cuello de unión entre la tetina y la base lo mas fino posible.
Nuestra experiencia con el chupete
Durante el embarazo teníamos claro que no queríamos ofrecerle chupete a Blai. Yo llevé chupete hasta los 4 años. Luego llevé aparatos muchísimo tiempo, actualmente tengo bruxismo y he sido fumadora mucho tiempo. Sería muy injusto culpar al chupete de todo, pero pensé que si se lo podía ahorrar a mi hijo así lo haría. Además recuerdo perfectamente lo que me costó dejar el chupete, y no quería hacer pasar a Blai por eso.
Blai nació. Tuvimos las mil y una complicaciones de lactancia (escribí un post sobre el tema). Así que con todo el dolor que tuve de grietas y demás en ningún momento me planteé usar chupete, me moría de miedo. Cuando el dolor acabó y todo funcionaba bien yo seguía con ese miedo a que el dolor volviese, y aunque recibí los mil comentarios típicos de “pero dale un chupete, que seguro que te duerme toda la noche y descansas más” o “ahora ya te toma el pelo eh, dale el chupete” yo no quería ni oír hablar.
Pasaron las semanas y me fui dando cuenta de que Blai era un bebé con mucha necesidad de succión. En el coche era cuando lo pasaba peor. Yo soy la que conduzco siempre y no le podía dar el pecho. Y escucharlo llorar desde el volante me removía y entristecía muchísmo. Lo hablamos con su pediatra y nos comentó que si no queríamos usar chupete podíamos usar el dedo. Con las uñas bien recortadas y las manos bien limpias. Y así lo hicimos. Los trayectos en coche empezaron a mejorar. A veces empecé a darle el dedo también en el foulard, y esto me ayudaba a no tener que andar con la teta fuera 24 horas.
Pasaron las semanas y un día dije, si le damos el dedo y todo ha ido bien, igual en estos momentos le puedo dar el chupete. Y así lo hicimos. Y nos ayudó mucho. Creo que uno de los grandes aprendizajes de la maternidad es aprender a ser flexible y a poder tragarte todo lo que habías dicho que no harías.
Eso sí, siempre hicimos un uso consciente del chupete. En concreto para el coche, para cuando iba en foulard o mochila y para el cochecito. Nunca se lo ofrecimos en momentos en los que no viésemos que lo necesitase.
Fue pasando el tiempo, y un día, cuando Blai tenía mas o menos 9 Meses, le ofrecí el chupete en el cochecito y lo tiró. Hizo lo mismo en la mochila. Y lo repitió al día siguiente. Y ya nunca lo quiso de nuevo. Dejó el chupete él solo y sin ninguna dificultad.
Hablándolo en el grupo de crianza y compartiendo con otras madres, parece ser que es común que los bebes que hacen uso esporádico del chupete lo dejen solos sobre esa edad.
Dejar el chupete
Y hablando de dejar el chupete, cómo lo hacemos cuando va pasando el tiempo y no lo deja?
Yo no he pasado por la experiencia, así que hablaré desde la teoría (que ya sabemos que a veces cojea). Para mí lo importante es ser cosncientes de que el bebé nunca nos pidió el chupete, se lo dimos nosotrxs porque era una ayuda para nostrxs. Es por eso que considero de crucial importancia permitirle dejar el chupete de manera respetuosa.
Para mí eso significa esperar a que sea lo suficientemente mayor como para que se lo puedas explicar con palabras.
También hay que entender que el chupete era algo que le ayudaba a calmarse y por eso hemos de estar dispuestxs a ofrecer una dosis extra de mimos y abrazos cuando nuestro bebé lo necesite.
Y por último creo que una buena manera de ir reduciendo el uso del chupete puede ser no ofrecer pero no negar. Tener paciencia y acompañar al bebé en su proceso.
Al fin y al cabo, como decía antes, el chupete nos ayudó a nosotrxs, ahora nos toca a nosotrxs ayudar a nuestro bebé.
PD: Hoy el prota mayoritario de las fotos no es Blai, soy yo de bebé.